La categoría de Edinson Cavani es innegable. Un delantero de su calidad enaltece al fútbol argentino y que él haya tomado la decisión de salir de Valencia para llegar a Boca, marca lo importante que fue su contratación. Es cierto que le está costando adaptarse al fútbol argentino, pero es lógico: en Argentina no se juega mejor que en España, pero es mucho más físico el fútbol en estas latitudes y acostumbrarse a eso no es sencillo.
Probablemente no exista equipo que, en Argentina, regale espacios y para un delantero como Edinson Cavani los espacios lo son todo. También es verdad que el uruguayo es capaz de inventarse esos espacios en una milésima de segundo y mandarla a guardar. Desde su llegada al fútbol argentino, Cavani lleva jugados 19 partidos -13 por Copa de la Liga y 6 por Libertadores- en los que marcó tres goles.
El Superclásico, una oportunidad para Cavani
Diego Martínez sabe muy bien que Miguel Merentiel jugará como titular en el Monumental ante River el próximo domingo. La duda radica en saber quién lo acompañará: Cavani, Janson y Langoni pelean por un puesto. Todo indica que Martínez apostará por el peso propio de Edinson Cavani y será el uruguayo el que salga desde el arranque en el Superclásico.
Cavani, un nombre a respetar siempre
Pese a que en este 2024, Edinson Cavani todavía no convirtió goles, la realidad es que cualquier rival prefiere que Cavani inicie en el banco. Su presencia es la de un futbolista distinto. Su extensa carrera en grandes clubes como Napoli, PSG o Manchester United es la clara muestra que se trata de un atacante peligroso y la jerarquía no se pierde.
Boca llega al Superclásico tras una dura caída
El pasado domingo, Lanús venció a Boca por 2 a 1 en la Fortaleza. Edinson Cavani ingresó en el segundo tiempo y tuvo dos chances claras y las dos las desperdició insólitamente, aunque una de ellos hubiese sido anulada por posición adelantada en caso de terminar en gol. Inclusive, el arquero de Lanús -Lucas Acosta- le dijo al delantero uruguayo que convertiría el próximo domingo tras desperdiciar una situación inmejorable.
