Durante toda su vida, Diego Armando Maradona fue conocido como el Pelusa, un apodo que cariñosamente llevó desde sus primeros meses de vida. Si bien muchos pensaron históricamente que Pelusa estaba vinculado a su frondosa cabellera, la cual se vio notablemente en sus primeros años como futbolista, la realidad es que el apodo nació cuando él era un bebe.
¿Por qué le dijeron toda su vida Pelusa a Maradona?
Diego le contó en su momento a TyC Sports que el apodo nació cuando él era un bebé. Como tenía pelos por todos lados, algún miembro de su familia lo comenzó a llamar Pelusa de manera cariñosa y eso se mantuvo hasta sus últimos días. Muchos le dijeron Pelusa y también Pelu, más cariñosamente todavía.
Una infancia humilde, pero sin que le falte nada
Diego nació en Lanús y se crió en Villa Fiorito. Sus padres -Doña Tota y Don Diego- vinieron de Corrientes y si bien nunca vivieron en la abundancia, en la casa de los Maradona nunca faltó nada para sus hijos. Verdaderos ejemplos de padres trabajadores que afortunadamente pudieron ver a su hijo varón mayor triunfar en el mundo del fútbol, tener una linda casa, conocer el mundo y disfrutar de su familia.
Los inicios de Maradona en el fútbol
Ya de chico se veía venir que Diego Armando Maradona, Pelusa para sus afectos, iba a triunfar en el mundo del fútbol. Su formación se dio en Argentinos Juniors y ahí dio sus primeros pasos en Primera División. Fue sumamente importante para que el Bicho despliegue un buen fútbol en la segunda mitad de la década del 70 y luego pasó a Boca por un corto lapso hasta que saltó al fútbol europeo.
Los años de Maradona en Europa
Diego Armando Maradona llegó a Barcelona, pero no logró afianzarse. Es cierto que las lesiones no lo ayudaron. En 1984 arribó a Napoli y ahí todo cambió: fueron siete años gloriosos en el club del sur de Italia con el que salió campeón en el plano local e internacional. Ya en el comienzo de la década del 90 tuvo un breve paso por Sevilla hasta que volvió al fútbol argentino.
El regreso de Pelusa al fútbol argentino
Diego visitó un puñado de partidos la camiseta de Newell´s en 1993, luego estuvo un semestre sin club hasta el Mundial de Estados Unidos del 94. Ya con la sanción cumplida tras el doping positivo en la Copa del Mundo, regresó a Boca en 1995 y allí estuvo hasta 1997, cuando decidió colgar los botines.
