La decepción es la insatisfacción de un sentimiento cuando el deseo no fue alcanzado. O más duro, un desengaño. Para el fútbol, la primera alternativa de la palabra se ajusta muy bien. La palabra decepción suele estar ligada en el ámbito deportivo a equipos u selecciones que no cumplieron las expectativas en un torneo, este caso la Copa América.
Así como la competencia del continente americano tuvo a sus sorpresas, con Panamá y Venezuela como focos centrales, las decepciones también llegaron. No quiere decir que la decepción se relaciona con todas las selecciones que quedaron eliminadas, sino con aquellas de las que se esperaba un poco más. O podían dar más.
Estados Unidos: 3 puntos y con la localía a favor
El anfitrión de la Copa América quedó eliminado en fase de grupos. Estados Unidos, que solo sumó tres puntos en tres encuentros, no superó la fase de grupos. ¿Se esperaba más de la selección local? Sí, más que nada por la calidad de jugadores (Weston McKennie, Timothy Weah, Tyler Adams, Christian Pulisic) y por que en la última Copa del Mundo había dado una buena impresión.
Las derrotas ante Panamá, inesperada y sorpresiva, y Uruguay en la última fecha dejaron sin chances al local. La última vez que los americanos organizaron la competencia, en 2016, quedaron como líderes de su grupo y luego cayeron en las instancias finales.
Ricardo Gareca no pudo con Chile
Chile se despidió de la Copa América sin goles a favor y con tan solo dos puntos. Si bien otras selecciones quedaron por debajo de la participación chilena, la experiencia de Ricardo Gareca, algunos referentes del seleccionado y los anteriores títulos representan una espalda importante.
Dos empates y una derrota para la “Roja” en la Copa América. Alexis Sánchez, Eduardo Vargas, Mauricio Isla, Paulo Díaz, algunos jugadores que llevan la bandera chilena hace muchos años y no dieron el pulso en la competencia. Incluso, desde la Federación, una vez finalizada la fase de grupos para ellos, manifestaron quejas y descontentos por fallos arbitrales.
¿Y México?
Lo de México no puede catalogarse como decepción porque no pasó la fase de grupos por circunstancias de la vida. De todas formas, el ambiente futbolístico y el entorno de la selección no son los mejores ante las prontas eliminaciones en los últimos torneos continentales.
