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Diego Armando Maradona: más allá del campo de juego

Repasamos enormes gestos de Diego Armando Maradona, desde su etapa como Cebollita hasta en su época más gloriosa.
Diego Maradona la Selección Argentina

Diego Maradona, más allá de su indiscutible grandeza en el fútbol, dejó un legado de solidaridad y generosidad. Desde sus inicios en Los Cebollitas hasta su época en Napoli, repasamos algunos de los gestos que lo convierten en “El Diego de la gente”.

 El inicio: donación a los Cebollitas

La primera que se le conoce, fue en agosto de 1978. Diego Maradona, que hacía 3 meses había sido desafectado de la selección que finalmente ganaría el Mundial organizado en nuestro país, le donó a Los Cebollitas un equipo completo de fútbol y 10 pelotas. Vale poner en contexto que ese Maradona de 17 años, lejos estaba de tener resuelta su situación económica y la de su familia, que recién se mudaría a su primera vivienda, la de calle Lazcano, en noviembre de ese año.

Maradona la Selección Argentina
Revista El Gráfico.

La Navidad de Maradona en 1979

El 21 de diciembre del 79, “Maradona producciones” organizó en el Estadio Luna Park, “La Navidad de Maradona”, a beneficio del Patronato de la Infancia y auspiciado por Coca Cola. El periodista Juan Alberto Badía y Juan Alberto Mateyko fueron los animadores, y se hicieron presentes además los planteles de la selección argentina campeona de 1978 y del juvenil 1979, además del entrenador César Menotti, entre muchos otros. Para el día del niño de ese mismo año (el 5 de agosto), compró 7.000 juguetes y los llevó a Villa Fiorito: “Nadie puede imaginarlo que es para mí poder darle un regalo a estos chicos, porque yo fui como ellos y sé lo que significa”, dijo.

Televisão

En junio de 1980, Argentinos visitó al Gremio de Porto Alegre para la reinauguración de su Estadio. Guillermo Blanco, en “El fútbol del sol naciente” trae una anécdota contada por Abelardo Carabelli, compañero de Diego en Los Cebollitas y selección juvenil. “Una vez fuimos a Brasil, en ese momento se podía traer televisores color, cuando recién empezaban las transmisiones en la Argentina. Con el premio que nos dieron todos compramos al menos uno. De pronto Diego percibió que nuestro utilero estaba a un costadito, triste, callado, porque no tenía dinero para traerle algo a la familia. Entonces va y le compra el televisor.

Con Don Diego en Las Vegas

Ya en Boca, cumplió uno de los sueños de su padre, Chitoro. Le regaló las entradas para que vieran en Las Vegas la pelea entre Ray Sugar Leonard y Tommy Hearns. “Mirale la cara a mi viejo y vas a saber si estoy contento; mirale la cara a mi viejo, le cumplí un sueño… de cuando él escuchaba boxeo por radio en Fiorito”.

Relojes

En la gira por Oriente, en enero de 82, y mientras caminaban una madrugada en China con Gareca, vieron un Rolex en una vidriera. “Mirá que lindo reloj”, le dijo el delantero, que lo recibió de regalo de cumpleaños unos días después. “Para mí, ese regalo tuvo un significado enorme”, contaría. En Sevilla, con Monchi haría lo mismo. “Me invitó a cenar a su casa con Claudia y las niñas. Tras la cena vino con una bolsa con un Cartier y me dijo ‘Toma, para que no tengas que ponerte más relojes falsos’”.

Maradona la Selección Argentina
Revista El Gráfico.

Gestos de su época culé

Sus compañeros en el equipo blaugrana destacan además de sus cualidades futbolísticas innegables, su generosidad. Diego Maradona aceptó jugar varios amistosos en condiciones físicas disminuidas, para que la prima de Barcelona fuera mayor por su presencia en cancha y luego la dividía en el plantel. Ante el Servette de Suiza (septiembre del 82), jugó con un estado febril de 38 grados, producto de los puntos de sutura en su lengua (sufridos en el encuentro ante Sevilla); y ante el Girondins de Burdeos (Agosto del 83), jugó con un lesión en el nervio ciático.

Para mayo del 83, donó la camiseta que usó en el encuentro ante Osasuna para que fuera sorteada y que el equipo de handball Sociedad Deportiva Cultural San Antonio, de Pamplona recaudara fondos para la temporada que estaba por comenzar.

El 24 de septiembre del 83, quedará como el día de la peor lesión de Diego Maradona. La rotura de su tobillo y sus 3 meses de recuperación. Sin embargo, la mañana de ese partido, se encontraba concentrado con el resto de sus compañeros cuando recibió una carta de un chico en la que le indicaba que iba a quedar paralítico por haber sido atropellado por un coche. Diego no pudo controlar sus impulsos y, sin pedir permiso a Menotti para ausentarse, abandonó la concentración y, acompañado de su mánager Jorge fue a visitar al niño a su casa.

También se comprometía con personajes, con la excusa de fines benéficos. El 14 de mayo del 84, participó, en el teatro Martínez Soria, de la obra de teatro “Venganza de Don Mendo” realizada para recaudar fondos para el Hospital de San Juan de Dios, en la que participaron como protagonistas, sus “rivales” deportivos del Espanyol. Interpretó a un personaje llamado “Alí”, un príncipe árabe.

Maradona, en las tierras del Vesubio

Durante su estadía Italia continuó igual. En enero del 85, tras el partido versus Udinese, Diego le regaló su camiseta al niño Federico Taglialatela, un niño de Ischia, que el 23 de diciembre había perdido a su familia en un atentado al tren que realizaba el recorrido Nápoles-Milan.

En marzo del 85, jugó el conocido partido en el barro de Acerra. Con varias pequeñas historias dentro de la misma historia. Desde pagar de su bolsillo el seguro de sus compañeros de equipo (12 millones de liras), pasando por jugar 12 vs. 12 para que el encuentro no fuese considerado oficial y tener problemas con la FIFA, hasta un gol de Diego anulado, por haber sido convertido… con la mano. Además de un caño a un policía y un accidente de tránsito de regreso a Nápoles. Pero lo mejor, es que Luca Quarto pudo operarse exitosamente en Francia de su enfermedad en el paladar. “Gracias a él tengo una vida nueva. Soy un hombre feliz gracias a Maradona”.

Siempre Maradona

Eraldo Pecci fue un gran mediocampista. Pero quedará en la historia por algo similar a la “asistencia” del Negro Enrique a los ingleses.

Pecci, que dio el pase para el “gol imposible” a Juventus, vivía en el mismo edificio de Posillipo, en via Scipione Capece. Contó que :“A última hora de la tarde de mi primer día, Maradona se acercó con un televisor en la mano. ‘Hay partidos de copa, te hace falta un televisor’. ‘Gracias Diego, pero voy a comer en casa de Bruno y Sandro, y los veo ahí’ (eran nuestros compañeros Bruno Giordano y Alessandro Renica, cuyas esposas Susanna y Mónica prácticamente me habían adoptado en las comidas, ya que yo vivía solo). ‘Necesitarás un televisor en la casa, de todos modos’. ‘Pero no puedo hacer nada manualmente, no sabría cómo hacerlo funcionar’. ‘Yo me encargaré de eso’, dijo. Y se acostó en el suelo pasando los cables aquí, los cables allá, hasta que la imagen apareció en la pantalla”.

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En su partido oficial 309, en la victoria por 5-0 a Verona, Diego convirtió lo que finalmente sería elegido, por La Gazzetta dello Sport, como el gol más lindo del torneo, después de un remate de unos 40 metros. Finalizado el encuentro, Maradona fue hasta el vestuario del árbitro Rosario Lo Bello, que ese día cumplía los 100 partidos oficiales, y le regaló el balón firmado (Diego 10, además de la fecha y el resultado del partido). El referí, aun la conserva en su poder. 

Finalizada la victoria contra Como, por 2-1 en diciembre del 86, le regaló su camiseta al árbitro del partido, Claudio Pieri, que la donaría al Instituto Gaslini, un hospital para niños.

El 27 de diciembre del 87, Diego se vistió de payaso y alegró a tres mil niños napolitanos, incluida su hija Dalma (sus padres y Claudia también), durante una presentación del circo ambulante Medrano, en esta ciudad del sur de Italia.

Nápoles ama a Maradona

Napoli acababa de ganar la Copa UEFA en Alemania. En el viaje de regreso, Salvatore Carmando, el masajista del plantel, le contó al “10” que, en la víspera de cada partida de la competencia, apostaba con el presidente Ferlaino: jugaba 10.000 liras a que Napoli ganaba y el presidente –de cábala– apostaba 1.000.000 a que Napoli perdía. “En el avión que nos llevó de regreso a Nápoles desde Stuttgart, Diego, que estaba al tanto de esa apuesta, se me acercó y me dijo que había llegado el momento de reclamar lo que me debían. Juntos fuimos a donde estaba sentado el presidente y Diego le dijo que debía pagar la apuesta. El presidente, sin dudarlo, me hizo un cheque por 22 millones de liras a mi nombre”.

Sevilla no fue la excepción

En diciembre del 92, terminado el partido entre Real Sociedad y Sevilla, Maradona le regaló su camiseta a Diego Montes, un chico herido tras un atentado de ETA.

Maradona en detalle: el día que Diego pasó de Rey del fútbol a Rey Mago

Unos días después, se vestiría de Rey Mago y llevaron juguetes a los niños internados en el Hospital San Juan de Dios de Sevilla. Luego, mientras tiraban caramelos, se dirigieron al Estadio Sánchez Pizjuán donde hicieron regalos a los hijos de los jugadores del plantel, directivos, empleados y técnicos del equipo… “Pelusa” declaró: “Lo bonito que es estar en contacto con los niños. Mientras sea para darles a los chicos un poco de ilusión, me gusta hacer de todo: he hecho de payaso y ahora de rey… Cuando me dieron a elegir yo dije que quería ser Baltasar pues en estos momentos, más que nunca, los negros están siendo discriminados en todo el mundo, por eso he elegido a Baltasar; además, yo desde chiquito quería ver al rey negro”

Maradona la Selección Argentina

Maradona Leproso

Su paso por Newell´s fue breve. Sin embargo, también realizó algunas obras. Jugando el equipo rosarino, volvió a la Selección para jugar el repechaje contra Australia. Su convocatoria significó desafectar a Julio Zamora. “Al poco tiempo que Argentina se clasificó, me llama Diego Maradona a México y me dice: ‘Negro, acá en AFA estoy dejando un sobre, que es el premio por la clasificación al Mundial. Y te dejo a tu nombre para que pases a buscarlo. Yo estuve dos partidos y vos estuviste en todas las eliminatorias. Y no me parece bien que yo me lleve todo el dinero y vos nada’. A los seis meses pasé por AFA y estaba el cheque firmado por Diego”.

En la visita a Córdoba, para enfrentar a Belgrano, Jorge Solari su entrenador, contó: “Un día había una viejita que lo llamaba: ‘Diego, Diego, Diego, vení, Diego’. Diego se acercó y le dijo que se quede tranquila. Al otro día apareció y Diego le dio un papel de 10 cm de alto por 25 de largo, doblado. El periodista que se lo alcanzó lo abrió y era un cheque por u$s 7.800. La abuela tenía un nieto que debía ser operado de la columna y tenía que llevarlo afuera. Maradona lo solucionó y no le dijo nada a nadie. Así era Diego”.

Teñido de celeste y blanco

En la Selección Argentina, la cosa no sería diferente. Para la Guerra de Malvinas, el plantel completo del seleccionado donó una suma de dinero; pero además, Maradona también donó 100 millones de pesos para el Fondo Patriótico.

En la serie de amistosos enfrentado a México, en noviembre del 85, Diego donó a la organización Navidad en los Barrios la suma de USD 2.000, que sería destinado a la compra de juguetes para los niños carenciados de la ciudad de Los Ángeles.

Maradona, más allá del fútbol

Esto fue solo un repaso de algunas de las acciones solidarias conocidas que Diego Maradona realizó durante su carrera. Seguramente habrá muchas otras que no sabemos y que, quizás en algún momento salgan a la luz. Además, jugó gran cantidad de partidos a beneficio, aun poniendo en riesgo su físico y sabiendo que los equipos “grandes” habían negado la participación de sus “estrellas”. Su compromiso fue incondicional. De allí que en 1986 fue declarado embajador de UNICEF, uno de sus más grandes orgullos.

El libro: El Di3go en números, Autor; Diego Dal Santo, no solo permite conocer cuántas asistencias dio Diego, qué números de camiseta usó en toda su carrera o en cuantos partidos fue capitán. Hay muchísima información más a disposición de quien la quiera leer. Diego no solo fue el mejor jugador de la historia (para mí, por lo menos). Fue amado por sus compañeros y respetado por sus rivales. Pero además de jugador de fútbol, aún en la cima del mundo, nunca olvidó sus orígenes. Y cuando pudo dar una mano (además de los 4 goles oficiales convertidos por esa vía), así lo hizo. Por eso era, El Diego de la gente.

Redes Sociales, El libro El Di3go en números

Twitter: @diego1010ar
Instagram: @diegodalsanto10

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