Desde sus inicios hasta sus últimos días, la prensa estuvo muy pendiente de todo lo que hacía Diego Armando Maradona. Así fue en Argentina, en su paso por Europa y en lo que respecta a su vida personal, inclusive una vez que dejó el fútbol. A mediados de los 90, más precisamente en 1994, Diego Maradona fue protagonista de un hecho lamentable con la prensa.
Maradona contra la prensa
El 2 de febrero de 1994, Maradona se encontraba en una quinta en Moreno. La prensa hizo guardia en la misma y el 10 no estaba con ganas que los medios registren lo que hacía día y noche, tanto él como su familia. Los periodistas estaban en la esquina de Plus Ultra y Triunvirato y algo sucedió que generó un revuelo impresionante.
Diego Armando Maradona apuntó con un rifle de aire comprimido y comenzó a disparar balines. Hubo cinco heridos leves de diversos medios entre cronistas y fotógrafos. Cabe destacar que Maradona se acercó a los medios y pidió no ser acosado y no querer que molesten a sus hijas. De más está decir que la decisión de Maradona no estuvo nada bien y que fue juzgado por este acontecimiento.
La pena que recibió Maradona
Luego del incidente que protagonizó Diego Armando Maradona, el cual quedó registrado por los medios presentes, la pena que recibió el 10 fue de dos años de prisión en suspenso. Lógicamente, Maradona no cumplió pena efectiva. De hecho, a los pocos meses del acontecimiento jugó el Mundial de Estados Unidos 1994, en el cual fue expulsado del mismo por dar doping positivo.
¿Qué dijo Pochettino sobre el incidente entre Maradona y los periodistas?
En febrero de 1994, Newell´s se encontraba de pretemporada en Mar del Plata y Mauricio Pochettino dormía en la habitación con Maradona y el ex defensor recordó: “Estábamos todos juntos en la pretemporada en Mar del Plata y el día anterior habíamos compartido habitación. Esa noche, porque él ama el básquet, había ido a ver la final de la Liga. A la mañana, cuando me desperté, no estaba en su cama”.
Luego agregó: “Después del desayuno fuimos a entrenar y luego volvimos para almorzar. Aún nadie sabía dónde estaba Diego. Mientras comíamos, vimos las noticias en la televisión: les estaba disparando a periodistas en Buenos Aires, a 400 kilómetros de dónde estábamos nosotros”.
