Cuando alguien que no le gusta el fútbol dice frases del estilo “son 22 tipos atrás de una pelota” o algunas similares en las que se busca despreciar a un deporte tan maravilloso como es el fútbol, es importante que esa persona que suelta su verdad entienda que el fútbol no es solamente un deporte. En Argentina, por ejemplo, es la pasión más grande y sino pueden ver lo que futbolistas como Diego Maradona y Lionel Messi despertaron en todo el pueblo.
Para los pibes de un barrio humilde, es el rato de desconexión que lo aleja de sus problemas económicos, para alguien que esté atravesando un momento difícil es ese momento con los amigos en los que nada importa más que disfrutar de esa pasión. También es parte importante de la vida de aquel que como hincha sigue el día a día de su equipo. El fútbol es alegría, encuentro, igualdad y sobre todas las cosas pasión. Así se vive en Argentina, pero también Nápoles, una de las ciudades más futboleras del mundo.
La devoción de Nápoles por Maradona en sus comienzos
El sur de Italia estaba condenado a ser discriminado por el norte, a no tener argumentos futbolísticos para pelearle ni al Milan, ni a la Juventus ni al Inter. Pero el cambio de paradigma se dio con la llegada de Diego Maradona. Pelusa nació en Fiorito y nada le fue fácil de pibe, si alguien iba a entender a los napolitanos iba a ser Diego Armando Maradona, un extraterrestre con la pelota en los pies y un tipo de una sensibilidad impresionante contra las injusticias.
Diego llegó al Napoli después de una mala experiencia en Barcelona y como una apuesta importante por parte de los italianos. En su presentación se colmó el San Paolo y Maradona no le falló a la ciudad. No lo hizo dentro de la cancha y muchos menos fuera de la misma. Eran épocas difíciles en cuanto al racismo y si hubo algo que Diego jamás toleró -probablemente por haberlo sufrido de chico- era la discriminación.
Maradona, ídolo absoluto de Napoli
Antes de la llegada del 10, era impensado que Napoli pueda ganar títulos importantes. Pero Diego todo lo puede y en su estadía en el elenco italiano conquistó dos Scudettos, una Copa de la UEFA -actual Europa League-, una Supercopa de Italia y una Copa Italia. Los títulos, las declaraciones a viva voz pidiendo que se terminen las injusticias y su carisma hicieron que, para la ciudad de Nápoles, Diego Armando Maradona sea considerado un Dios y esté a la altura de San Genaro, el santo de la ciudad.
Increíble video de Robert De Niro besando una estatua de Maradona en Nápoles
Pasan los años y lo siguen amando
Diego jugó su último partido en Napoli en el año 1991, pero el amor entre el 10 y el equipo que viste de celeste jamás se fue. Cuando Maradona falleció -el 25 de noviembre de 2020- en Nápoles se vivieron días de mucha angustia y de una muestra de amor nunca antes vista. A la ciudad se le murió su ídolo y los napolitanos estuvieron a la altura: embanderaron la ciudad, pintaron las paredes, sacaron a las calles las camisetas con el 10 en la espalda y desde el club decidieron cambiar el nombre del estadio de San Paolo a Diego Armando Maradona.
Este amor por Diego sigue presente en cada esquina, en cada rincón, en cada casa de recuerdos. Es habitual ir caminando por Nápoles con una camiseta de la Selección Argentina y que la gente salude, o mismo los taxistas o pizzeros cuando descubren que alguien es argentino, se le ponen a charlar, eso los acerca más a su ídolo. Es emocionante ver la devoción que una ciudad tiene por él y más todavía las nuevas generaciones que ni lo vieron jugar, pero que sus padres le transmitieron ese amor por Diego.
Las mejores fotos de Nápoles y su amor por Maradona
