En los últimos años, Boca tuvo entrenadres muy distintos entre sí. Con estilos diferentes, pero con el denominador común de tener un gran plantel, uno de los mejores del continente. Miguel Russo fue pilar en los inicios de la era Riquelme, primero como vice y luego como presidente. Después de la salida de Miguelo se le dio confianza a Sebastián Battaglia, quien venía de la Reserva. Lo mismo pasó con su sucesor: Hugo Benjamín Ibarra. En 2023 se optó por cambiar la forma de elegir y el sustituto fue Jorge Almirón, quien no tuvo un buen desempeño.
La llegada de Diego Martínez a Boca
Luego de hacer un camino por varios clubes del ascenso, Diego Martínez tuvo buenos resultados en Primera División con Tigre y Huracán. Por tal motivo, Riquelme optó por él para que sea el reemplazante de Almirón. Sabido es que el Gigoló suele necesitar tiempo para imprimir su idea y en Boca, el tiempo no siempre es aliado. Sin ir más lejos, Diego Martínez no inició con el pie derecho su camino en el Xeneize.
Un comienzo extraño en Boca
Los resultados no ayudaron de entrada, la irregularidad era moneda corriente. Pero tampoco el equipo jugaba bien y los cambios eran muchos. Sin ir más lejos, no consolidaba puestos de futbolístas que habían jugado relativamente bien. Hasta que de a poco fue encontrando un once y los resultados empezaron a acompañar.
Un Superclásico que lo marcó I
El pasado 25 de febrero, River recibió a Boca en el Monumental por la séptima fecha de la Copa de la Liga. El partido terminó 1 a 1, pero en el Xeneize se vio un cambio respecto a los últimos Superclásicos y es que pese a ir perdiendo lo fue a buscar, mostró caracter y le debatió el partido de igual a igual a un rival con jerarquía. Lo que fue cuestionado fue la cantidad de defensores con la que terminó: fueron siete. Una línea de cinco y dos laterales de volante.
Un Superclásico que lo marcó II
Con la idea más consolidada y ya en cuartos de final de la Copa de la Liga, en la que entró por la ventana, Boca jugó un gran Superclásico ante River en Córdoba. El Xeneize se impuso con claridad por 3 a 2, fue mejor que su eterno rival y lo eliminó con contundencia de la Copa de la Liga. Martínez acertó en todo: la lectura del partido, los cambios, la estrategia, la táctica y le ganó el duelo personal a Martín Demichelis.
