El sol se pone sobre el Coliseo romano, donde miles de espectadores esperan con ansiedad el inicio del combate. En el centro de la arena, dos gladiadores se preparan para luchar por su honor y su vida. Uno viste la camiseta roja y blanca de River Plate, el otro la azul y oro de Boca Juniors. Ambos son argentinos, capturados por el imperio romano durante una de sus campañas de conquista. Ahora, deben enfrentarse entre sí como enemigos, representando a los dos equipos más populares y rivales de su país natal.
El emperador Nerón, sentado en su palco, da la señal para que comience el duelo. Los gladiadores se saludan con respeto, pero también con determinación. Saben que solo uno de ellos saldrá vivo de esta contienda. Empiezan a circular por la arena, buscando una oportunidad para atacar. El de River lleva una espada corta y un escudo, el de Boca una lanza y una red. Ambos son hábiles y experimentados, pero también saben que el destino puede ser caprichoso.
Un River vs. Boca apasionante
El de River intenta acercarse al de Boca, aprovechando su mayor agilidad y velocidad. El de Boca se mantiene a distancia, usando su lanza para mantenerlo a raya. El público se divide entre los que apoyan a uno u otro, gritando consignas y cánticos. Algunos incluso apuestan por el resultado del combate, confiando en su intuición o en su preferencia futbolística.
El de River logra esquivar una estocada de la lanza y se lanza sobre el de Boca, tratando de desarmarlo. El de Boca reacciona rápido y suelta la lanza, envolviendo al de River con su red. Ambos caen al suelo, forcejeando por liberarse. El de River consigue sacar su espada y cortar la red, pero el de Boca le arrebata el escudo y se lo golpea en la cabeza. El de River queda aturdido, pero no se rinde. El de Boca recupera su lanza y se dispone a dar el golpe final.
River vs. Boca: ¿Quiénes jugarán su primer Superclásico?
Pero en ese momento, algo inesperado ocurre. El emperador Nerón, aburrido del espectáculo, decide intervenir. Levanta su mano y ordena que se suelten a los leones. De repente, las puertas de la arena se abren y una manada de fieras hambrientas entra en escena. Los gladiadores, sorprendidos y aterrados, se olvidan de su rivalidad y se unen para enfrentar al nuevo peligro. Los leones se lanzan sobre ellos, rugiendo y mostrando sus colmillos.
Cómo sigue este River vs. Boca en el Imperio Romano
El de River y el de Boca se defienden como pueden, usando sus armas y su valor. Logran herir a algunos leones, pero son demasiados. El público, que antes los alentaba o los abucheaba, ahora los admira y los respeta. Ven en ellos el reflejo de su propia identidad, de su pasión y de su orgullo. Empiezan a corear sus nombres, a pedir clemencia al emperador, a exigir que se detenga la masacre.
Pero el emperador Nerón, sordo a sus súplicas, se deleita con el sangriento espectáculo. Se ríe y aplaude, mientras los leones acaban con los gladiadores. El de River y el de Boca se miran una última vez, antes de caer bajo las garras y los dientes de las bestias. En sus ojos, no hay odio ni rencor, sino respeto y solidaridad. En sus labios, no hay lamentos ni maldiciones, sino un grito común que los une y los trasciende: ¡Vamos, Argentina!
Su legado aún vive en la cultura popular y en la representación del gladiador como un símbolo de la fuerza y la habilidad en el combate.
El Coliseo, un escenario de lujo para un Superclásico Argentino
El Coliseo era el mayor anfiteatro del mundo romano, construido por los emperadores de la dinastía Flavia entre los años 72 y 80 d.C. Tenía capacidad para unos 50.000 espectadores, que podían disfrutar de diferentes tipos de espectáculos, como cacerías de animales salvajes, combates entre gladiadores, recreaciones de batallas históricas y hasta batallas navales.
La camiseta de River Plate es una de las más icónicas de la historia del fútbol argentino. El club se fundó en 1901 y adoptó los colores rojo y blanco en 1905, inspirándose en el equipo inglés Nottingham Forest. Desde entonces, ha ganado 36 títulos de liga, 11 copas nacionales y 12 copas internacionales, siendo uno de los equipos más exitosos y populares de Argentina y América.
La camiseta de Boca Juniors tiene los colores azul y amarillo, inspirados en la bandera de Suecia. Según la leyenda, el presidente del club en 1907 decidió que los colores de la primera bandera que viera en el puerto de La Boca serían los de la camiseta. Resultó ser la bandera sueca, que ondeaba en el barco Drottning Sophia. Antes de eso, Boca había usado otros colores, como blanco y negro, celeste y rosa. La franja horizontal amarilla se adoptó en 1912 y se mantuvo hasta la actualidad, con algunas variaciones en el tono y el ancho. La camiseta de Boca es una de las más reconocidas e históricas del fútbol argentino y mundial
Las mejores fotos del River vs. Boca del Imperio Romano
