Una vez más, un episodio violento en el fútbol argentino prohíbe la finalización de un partido, en este caso Godoy Cruz – San Lorenzo, que iban 1-1. ¿El principal conflicto? La barra del equipo mendocino que causó graves incidentes desde la popular y enfrentó a la policía con piedras y materiales que son peligrosos.
Luego de una investigación y con las noticias frescas, la situación tensa en la barra de Godoy Cruz viene desde hace rato. Al parecer, hay una interna en la cuál separa a los bandos de la barra oficial y por eso muchos de ellos no se presentaron al estadio Malvinas Argentinas en la fecha.
La cronología de la suspensión
En la previa del partido, el micro con la delegación de San Lorenzo recibió un piedrazo por parte de algún hincha de Godoy Cruz y esto generó incidentes en algunos dirigentes de la visita. Seguido a eso, en la apertura del partido, ya existieron los primeros episodios de violencia, donde algunos integrantes de la barra, encapuchados y con dejos de su rostro, fueron encarados por los hinchas en desacuerdo.
Esta fue la primera interacción de algunos integrantes de la barra con las personas que estaban en la popular. “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, el grito que se escuchó en todo el estadio del Malvinas Argentinas en apoyo a Godoy Cruz y no a sus barras.
El momento en que la barra de Godoy Cruz hizo que se suspenda el partido
Luego de los reiterados piedrazos de la barra de Godoy Cruz hacia el campo de juego, la policía intervino y el partido se suspendió en el segundo tiempo. En ese momento, la gente ya había desalojado la popular mientras que los plateítas manifestaban su descontento con estas actitudes de las personas que arrojaban objetos al césped.
Incluso los jugadores de Godoy Cruz se acercaron a la popular a pedirle a los barras encapuchados que eviten estas situaciones. La situación se agravó cuando la policía colmó la popular y trataron de echar a las personas involucradas en el conflicto. “Soy del Tomba”, lo último que se escuchó antes de que se vacíe el recinto en Mendoza. Y así, lamentablemente pasó un nuevo episodio de violencia en el fútbol argentino.
