Para millones y millones de personas en el mundo, Diego Armando Maradona fue el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos. Para Diego Maradona, el mejor de todos fue Ricardo Enrique Bochini. Pelusa se caracterizó por cambiar de opinión muchas veces a lo largo de su vida, por sus contradicciones y también por desdecirse. Ahora bien, su amor por el Boche nació bien de pibe y lo mantuvo hasta sus últimos días.
¿Maradona de Independiente?
Durante años se dijo que Diego Maradona era hincha de Independiente, inclusive él mismo en alguna oportunidad contó que iba desde Fiorito a Avellaneda a ver al Rojo solamente para ver a su ídolo: Ricardo Enrique Bochini. Guillermo Coppola afirmó en diálogo con Radio La 100: “Era tanta la idolatría que sentía por Ricardo Bochini… que Diego era hincha de Independiente“. La realidad es que Pelusa está totalmente asociado a Boca y su historia, pero un lugar en su corazón para el Rojo había y eso era por Bochini.
El día que Maradona pidió que el Libertadores de América cambie de nombre
En 2019, Gimnasia visitó a Independiente con Maradona en el banco. El Rojo lo homenajeó -como todo el fútbol argentino- y lo hizo con varios de sus ídolos, entre ellos el Bocha. Aquella tarde de Avellaneda, Diego hizo un pedido, que años más tarde se haría realidad: “Gracias a Independiente por este homenaje. Yo vengo a seguir contando en el mundo que el Bocha fue mi maestro. El más grande del mundo, maestro. Este estadio se tiene que llamar Enrique Bochini, basta de Libertadores y Sudamericana”.
Un Mundial juntos
La Selección Argentina fue injusta con Ricardo Bochini por años. Menotti priorizó a otros futbolistas en su lugar, cuando él brillaba en Independiente. Pero Bilardo escuchó a Maradona y citó a Bochini al Mundial de México 1986 y allí Pelusa compartió con su ídolo un certamen. Para colmo, la Albiceleste gritó campeón mundial por segunda vez en su historia. Respecto a ese Mundial, Diego y el Bocha compartieron unos minutos ante Bélgica y Maradona así lo recordó: “Cuando vi que entraba Bochini, me pareció que tocaba el cielo con las manos, por eso lo primero que hice fue tirar una pared con él. En ese momento sentí que estaba tirando una pared con Dios”.
