Así de repentino como empezó, acabó el sueño argentino. Las impresiones previas sobre cómo Nigeria podía representar el desafío más exigente del equipo de Mascherano en lo que va del Mundial Sub 20 se convirtieron en una realidad. Argentina no encontró esa precisión característica en ataque y, con una defensa vulnerable al fútbol más directo y veloz de sus rivales, un 0-2 final marcó la despedida de la Copa en los octavos de final.
¿Por qué Argentina quedo eliminada?
El comienzo argentino en el partido fue sumamente prometedor. El equipo de Mascherano tomó el protagonismo del partido desde temprano, controló la pelota y desactivó rápidamente las ocasiones contrarias. Pero faltó el pase final, sin crear prácticamente chances de gol. Allí, es donde Carboni y Luka no pudieron pesar.
En cambio, el segundo tiempo parecía que iba a acercar a la Argentina al gol que tanto buscaba. Rápidamente, se vio otra intensidad, generando chances de gol por medio de Barco y Véliz. Sin embargo, los mismos errores que dejaron afuera al equipo del Sudamericano se volvieron a repetir.
El conjunto Sub 20 africano comenzó a aprovechar con más precisión los espacios que fue dejando argentina, ya que todo el sector defensivo tuvo una floja versión y nunca supo leer bien el partido. Luego de malos retrocesos y desatenciones en la marca, llegó el primer tanto rival, que golpeó la moral de los chicos. Tras algunos minutos de zozobra y nerviosismo, los argentinos buscaron canalizar el aliento de la gente en empuje y fueron en búsqueda del empate. Sin embargo, tras varios intentos, el tan ansiado gol nunca llegó.
Nigeria supo aguantar los momentos más complicados que pasó sabiendo que, al ejecutar un pelotazo largo, la defensa argentina iba a sufrir. Y eso fue exactamente lo que pasó en tiempo de descuento. Una de esas pelotas divididas encontró otra mala lectura defensiva de Giay, y un mal retroceso de todo el equipo. Así, sin ensuciarse mucho, Nigeria pudo con el equipo de Mascherano.
Jugador x jugador: los puntajes de Argentina ante Nigeria
Una eliminación justa, tras una clasificación inesperada
El Sub 20 de Argentina ingresó por la ventana al Mundial, ya que en principios de año no logro pasar la fase previa del Sudamericano, mostrando exactamente las mismas falencias que lo dejaron prácticamente en las puertas de la Copa actual.
Si bien es cierto que tuvo la mala fortuna de enfrentarse a uno de los mejores terceros, dado que Nigeria fue por momentos puntero de su grupo y clasificó tercero por perder con Brasil, pareciera que Mascherano no tuvo la voluntad de corregir esas falencias que le impidieron ingresar en primera instancia.
Sin la necesidad de caerle a nombres particulares (son jóvenes y tienen mucho potencial para dar), el equipo tuvo aires de buen fútbol, pero más por características individuales que por un proyecto aparente en desarrollo. Al igual que en Colombia, cuando esas individualidades no tuvieron su tarde y encima la pelota no quiso entrar, cualquier envío en contra se transformó en un problema para el fondo argentino. Un fondo que, en toda la Copa, nunca repitió los mismos nombres. Lo cual, a la hora de generar confianza y seguridad para marcar, es importante.
Estadísticas del partido
Individuales positivas, de cara al futuro argentino
En todo el Mundial Argentina Sub 20, el equipo de Mascherano demostró un equipo en formación que no transmitía total seguridad, tanto ofensivamente como defensivamente. A pesar de esto, algo de lo que no hay duda, es que la Albiceleste tenía una diferencia gigante con la mayoría de los otros planteles. La buena noticia del Mundial, a fin de cuentas, son las individualidades que quedaron marcadas.
Luka Romero: Sin dudarlo, fue la mejor noticia de la Copa. Entró por la ventana, y silbando bajito se fue ganando el puesto. Nos demostró toda la técnica que tiene para encarar rivales, lo atrevido que es y el gran remate que tiene en la corta y larga distancia. Terminó siendo el más regular en toda la Copa, marcando golazos y casi empatando el juego con Nigeria.
Valentín Carboni: En la previa, la joya del Inter de Milán era el nombre que más desconocimiento generaba en el piso argentino. Picante y participativo, si bien no siempre resolvió bien, estuvo siempre en búsqueda de la pelota, generando pases claros y fluidez al juego. Le faltó pesar con Nigeria, pero se va con un buen balance.
Matías Soulé y Máximo Perrone: Con estos dos europibes paso algo similar y desconcertante. Tanto el jugador de la Juventus como el de Manchester City fueron irregulares cuando jugaron, pero se notaron siendo diferente al resto. Soulé dejó varias veces destellos de su calidad, y Perrone manejó los tiempos de partido cuando estuvo en cancha, incluso marcando un gol con Nueva Zelanda. Sin embargo, Mascherano decidió no poner a ninguno con Nigeria, dejando la duda de que hubiera pasado si salían a la cancha.
