El futbol fue justo por primera es en su historia. Lionel Messi tuvo que batallar durante ocho años para poder celebrar lo que siempre soñó. La idea de la Copa del Mundo en manos de del astro argentino comenzaba a esfumarse tras el golpe del 2014 y el papelón del 2018. Sin embargo, en el medio del desierto del Medio Oriente, un grupo de jóvenes comandados por un entrenador, a priori, inexperto gestaron una épica inolvidable.
Gracias a la Selección Argentina y a Lionel Messi, se vivió la mayor fiesta popular en torno al fútbol de la historia mundial. Cinco millones de personas se congregaron en las calles de Buenos Aires el día 20 de diciembre, si dos días después de la obtención del campeonato. La idea era celebrar con los jugadores, que comenzaron una impresionante caravana desde el predio de Ezeiza, pero no la pudieron culminar por el desborde popular, que gracias a Leo y esos 26 guerreros, fue una fiesta pacífica. Impensada en otros tiempos.
Lionel Messi nunca se rindió. Su lucha es la de todo un pueblo, que nunca baja los brazos a pesar de que recibe golpazo tras golpazo. El 10 de la Selección Argentina coronó su carrera con la Copa del Mundo y demostró que nunca hay entregarse ante las decepciones ni dejarse arrastrar por la tristeza. El capitán, como enorme líder que es, resistió y de manera incansable logró su cometido.
“De eso se trata, de volver a levantarse e intentarlo, en todos los aspectos de la vida. Todo el mundo recibe golpes pero lo importante es volver a intentarlo y luchar por los sueños. En algún momento tuve dudas, pero gracias a dios volví para disfrutar de todo esto”, fueron las palabras de Lionel Messi luego de la semifinal ante Croacia. Hoy casi cuatro meses después, esas palabras toman una dimensión diferente. Las de un sueño.
Lionel Scaloni, el entrenador que sorprendió al Mundo
La primera sorpresa de Lionel Scaloni, fue su nombre como entrenador de la Selección Argentina. La prensa lo liquidó por una supuesta inexperiencia, recordemos, que este es el primer trabajo del oriundo de Pujato.
A pesar de esto, también resistió y no se rindió. Conformó un grupo de personas que fueron a la guerra a Brasil y se trajeron la Copa América, quebrando una maldición de 28 años sin títulos. Luego rectificó el enorme momento de la Selección Argentina en Wembley, tras ganar la Finalissima contra Italia.
Pero la frutilla del postre fue el Mundial de Qatar 2022. El equipo de Lionel Scaloni, nunca jugó igual, supero el cimbronazo de la derrota en el debut contra Arabia Saudita y base de buen juego, sacrificio, actitud e inteligencia logró quedarse con el máximo trofeo del fútbol. 36 años después, la Selección Argentina volvía a lo más alto.
Ángel Di María, el hombre de los goles importantes
Otro que nunca bajo los brazos fue Ángel Di María. El rosarino, fue la gran figura en la final de Lusail, así como lo fue en el Maracaná ante Brasil por la Copa América.
Ángel supo esperar y además de ser resistido en el inicio de era de Scaloni, logró sobreponerse y ser un jugador vital para conquistar el mundo en Qatar.
Las virtudes de la Selección Argentina en Qatar 2022
Además, de Lionel Messi, Scaloni o Di María. Hubo muchos jugadores más que por su garra, su espíritu indomable fueron claves para sobreponerse a las adversidades en esta incursión por el desierto de Doha.
Dibu Martínez, se subió al panteón de los arqueros. El arquero tuvo que superar un derrotero durante gran parte de su carrera. Pero el llamado y la confianza de Lionel Scaloni, lo transformaron en el mejor arquero del mundo y en un ídolo popular. Hoy las generaciones de niños, desean ser arqueros y todo gracias al nacido en Mar del Plata.
Nahuel Molina, tras sus días sin jugar en Boca logró reinventarse. Cuti Romero, no bajo los brazos nunca y hoy es uno de los mejores en su puesto. Nicolás Otamendi, fue el caudillo de la defensa de la Selección Argentina. Nicolás Tagliafico, logró ganarse la titularidad gracias a sus actitud y seguridad en el campo.
El mediocampo, formado por leones como Alexis Mac Allister, Enzo Fernández y Rodrigo De Paul. Los tres claves en el sacrificio, la recuperación y la generación de juego de la Selección Argentina.
La irrupción, de Enzo Fernández, fue de los más sorpresivo. Un joven de 21 años, jugando con la experiencia de uno de 30 y largos, pero con la inocencia de quien pisa por primera vez una cancha de fútbol. Combo perfecto para ganarse el premio a mejor jugador del Mundial y tener un futuro super promisorio.
Lautaro Martínez, clave en su rol. Thiago Almada, se dio el lujo de debutar en la semifinal contra Croacia y comienza a pisar fuerte como el recambio generacional de la Selección Argentina.
Julián Álvarez. El ahora delantero del Manchester City, logró ganarse la titularidad de forma explosiva. La Araña sorprendió a todos con sus diagonales perfectas y sus goles, gran parte de la Copa del Mundo es gracias al delantero de Calchín, Córdoba.
Argentina esta feliz
Ahora, Argentina y Lionel Messi están felices. El cuerpo técnico esta feliz y todos los jugadores están en una misma sintonía. Ellos le demostraron al pueblo que nunca hay que bajar los brazos y que vale la pena luchar por sus sueños, no hay que rendirse. Pero parafraseando a Gustavo Cerati: “Tarda en llegar, pero al final, hay recompensa”.
