Bilardo, aplicó todas sus técnicas para levantar a un equipo que cayó de forma impensada ante Camerún.
La derrota de la Selección Argentina ante Camerún en Italia 90 es comparable a la de la Scaloneta contra Arabia Saudita en Qatar 2022. Ambas dejaron en shock al pueblo argentino y ambas fueron en el partido inaugural de una Copa del Mundo.
En el año 1990, el entrenador de la Selección Argentina era Carlos Salvador Bilardo. Entre los cinco días que pasaron entre la derrota con Camerún y partido clave contra Unión Soviética, el Narigón mostró su versión más extrema y “bilardista” de toda su carrera como DT.
Primero apeló a cuestiones tácticas. Realizó cinco cambios en el equipo. Luego sacó relucir todas las cábalas posibles. Para finalizar lanzando una de sus frases más épicas: “si no clasificamos, mejor que se caiga el avión en el que yo viaje, siempre que viaje yo solo”.
Por este motivo, en la antesala a este partido clave, el cuerpo técnico y el plantel se prometieron mutuamente revertir la situación. “Hicimos un juramento entre todos y lo cumplimos, teníamos que ganar y ganamos”, revelaría Bilardo tras el 2 a 0 ante los Sovieticos, lo que valió el triunfo y la recuperación de la Selección Argentina.
El partido que dejó en Shock a toda la Argentina
El 0 a 1 ante Camerún se dio un viernes 13 de junio de 1990. Esto dejó en shock a todo el mundo y por este motivo todo fue un mar de lágrimas en la concentración argentina. “El Checho Batista lloró todo el sábado”, contaba por aquel entonces El Grafico. El presidente de Boca, Antonio Alegre, se quedó hasta altas horas de la madrugada para levantar al equipo. “Yo les doy ánimo a los muchachos, pero los que están muertos son Bilardo y Grondona. Tengo miedo de que, si nos eliminan, se enfermen, estoy muy preocupado”.
Por este motivo y este clima de tensión. Bilardo decidió reunir a los jugadore el domingo 15, dos días después del fatídico choque contra los africanos. “En el fútbol puede pasar de todo, un triunfo, una derrota, un empate, una injusticia o una sorpresa, pero hay algo que no se puede aceptar: perder como perdimos nosotros. Entregamos el partido, cometimos todos los errores posibles”, les dijo, sin anestesia, a sus dirigidos. Esta frase, pareció cambiar el chip de los jugadores que salieron contra mentalidad.
Los cinco cambios que metió Bilardo, fueron: Pedro Monzón por Oscar Ruggerri, luego José Tiburcio Serrizuela por Néstor Fabbri, Julio Olarticoechea por Néstor Lorenzo, Pedro Troglio por Néstor Sensini y Claudio Caniggia por Abel Balbo, de esta manera el entrenador apostaba por la experiencia.
“Un cambio fue por lesión, pero sí, creo que es la primera vez que hago cuatro cambios tácticos de un partido al otro. Dos o tres recuerdo, pero cuatro… sí, es la primera vez. Los cambios debieron ser crudos”, revelaba Bilardo a la prensa luego de esta drástica decisión táctica.
Bilardo fue más allá de lo futbolístico
Carlos Bilardo no se quedó solamente en el plano deportivo, fue más allá. El DT decidió cambiar la vestimenta de cara al choque contra la Unión Soviética y lo hizo a su modo. Argentina, ganó el Mundial de 1986 con pantalones negros lisos. Por este motivo mando a tapar las tres tiras de Adidas, blancas, en el short, para así cambiar las energías.
Tras la victoria, la Selección Argentina, siguió jugando con las tiras tapadas por dos partidos más. Contra Yugoslavia e Italia, mientras que contra Rumania, Brasil y Alemania, vistió pantalones blancos con las tres tiras visibles.
De esta manera y tras ganarle a la Unión Soviética, El Grafico, puso el titulo más acertado: “Argentina volvió de las tinieblas”. Al igual que en 2022, cuando el equipo de Lionel Scaloni, derrotó a México y comenzó a forjar el sueño que se volvió realidad.
