La Selección Argentina se quedó con el Mundial 1978, torneo celebrado en casa y bajo la atenta mirada de la dictadura, a pesar de los horrores once guerreros hicieron olvidarlo malo a todo el pueblo argentino.
El encuentro se lo llevó la Albiceleste por 3 a 1 gracias al doblete de Mario Alberto Kempes, mientras que el otro tanto lo anotaría Bertoni. El gol de Holanda hoy como la conocemos Países Bajos fue de Nanninga.
Desde aquel encuentro la rivalidad entre Holanda o Países Bajos, como quieran llamarlos y la Selección Argentina quedó marcada a fuego. Por este motivo, lo sucedido en el partido del Mundial de Qatar 2022 no fue coincidencia, fue la explosión de una competencia que se viene gestando de hace años y que seguirá creciendo. El próximo encuentro entre la Albiceleste y la Naranja Mecánica, ojalá sea en el Mundial 2026, será inolvidable y ambos equipos se sacaran chispas.
La tapa de El Grafico tras la final del Mundial 78
El Grafico es una de las revistas deportivas más reconocidas del país. Por este motivo, miles de argentinos luego de los festejos adquirieron la revista para volver a revivir el partido, ver fotos inéditas y atesorarla como un enorme recuerdo en medio de tanta oscuridad social.
“Felices por lo que hicimos y por lo que haremos. Cuando los hechos superan a las palabras, las palabras están de más. O, mejor dicho, NO ALCANZAN PARA PODER DECIRLO TODO. El Gráfico está tan feliz como todos los argentinos”, comenzaban los primeros renglones de esta revista donde se celebrará el primer campeonato del Mundo de la Selección Argentina.
“EL DIA MAS GLORIOSO DEL FUTBOL ARGENTINO. Para nosotros no es el final de nada; acaso -¿por qué no confesarlo?- podría ser el comienzo de todo”, agregaba este tradicional medio, siendo bastante presagioso al respecto de la Selección Argentina.
Claramente fue el inicio de todo, años más tarde la irrupción de Diego Maradona y el Mundial de México 1986, la final de Italia 90. La aparición de Lionel Messi, la final de Brasil 2014 y finalmente el Mundial de Qatar 2022, claro que la Copa del Mundo de 1978 fue el inicio de todo, fue la génesis de uno de los países más futboleros a nivel mundial, gracias a ese bálsamo del 25 de junio que obligó a todos los argentinos a olvidarse, por un rato, del sufrimiento diario.
El primer gol de la final del Mundial 1978
“Pasa a ganar Argentina. Mario Alberto Kempes empieza a demostrar que los holandeses no son imposibles. A fuerza de coraje, fue a buscar una pelota que le puso Luque y se fue entre dos hombres. La enganchó a la carrera metiéndose entre Krol, que queda fuera de acción, y Haan, que lo persigue. Haciendo fuerza con su brazo derecho para aguantar la carga de Haan, le gana el lado de adentro y adelanta la pelota buscando perfilarse. Jongbloed observa como el cordobés gana, e intenta un achique desesperado. Pero la zurda de Kempes está eligiendo el destino final de su remate: la red holandesa”, así describió el tanto del Matador, el que abrió la cuenta.
“Golazo de Kempes, el segundo. Recibió de Bertoni y arrancó por el medio. Primero dejó en el piso a Krol. Después le salió Brandts y enganchó con zurda para afuera. Cuando lo desequilibró, volvió a enganchar, pero por adentro. Se fue y remató sobre la salida de Jongbloed. Rebote y gran serenidad para definir. Golazo.”, la figura de Mario Kempes, enaltecida en las poéticas palabras de la revista deportiva.
El gol de la paz
“El gol de la paz, el gol de la vida. El momento de la apoteosis, del alivio definitivo, del festejo pleno sin tensiones. Tercer gol de Argentina. 3 a 1. Kempes domina por el medio, pasa entre Rensenbrink y Haan. Cuando le sale Krol, la toca a la izquierda. Bertoni arranca cruzándose por delante de Willy Van de Kerkhof y por detrás del cordobés, que sigue su carrera. Poortvliet y Jongbloed “creen” en una pared que no se produce y le dejan a Bertoni un claro, que éste aprovecha con media vuelta y derechazo. La cancha se trepa a la tribuna, la tribuna baja hasta el césped. Las dos se confunden en un abrazo inmortal”, el tercer tanto de Argentina fue el que tranquilizó al estadio y a toda la Argentina.
Si, Campeones del Mundial 1978
La Selección Argentina se consagró campeón del mundo en 1978, de esta manera 25 millones de argentinos quería acariciar esa copa de oro macizo que las manos de Daniel Passarella alzaron hacia el cielo y dieron una luz de esperanza al golpeado pueblo.
“Levanté mi puño derecho. Me volví a sentir pibe. Lloré. Me abracé con amigos y desconocidos. Temblé. Grité. Sentí orgullo, miedo y pena. Miré el cielo. Cerré los ojos. ¡Argentina campeón del mundo!”, rezaba a la edición del 27 de junio de 1978 del El Grafico.