Lionel Messi es una máquina voraz de romper récords. La discusión de si es o no es el mejor jugador de la historia queda prácticamente obsoleta ante el palmarés obtenido por el máximo goleador de la historia de la Selección Argentina. La victoria 7 a 0 ante Curazao pasará a la historia, no por el partido en sí, sino por la nueva marca alcanzada por el 10. Ya gritó 102 goles con la celeste y blanca, y va por más.
Argentina vivió una semana de festejos completa. Desde la llegada de los jugadores al país, los hinchas revolucionaron las calles de Buenos Aires y Santiago del Estero, ciudades donde el equipo campeón del mundo venció a Panamá y Curazao respectivamente. Los triunfos en los amistosos no marcarán la historia de la Selección pero sí la del capitán. Pasa que entre los dos partidos, Messi convirtió 4 goles, uno de tiro libre en el Monumental y tres en el Madre de Ciudades.
El hat trick concretado en Santiago, el 55to de su carrera (8vo con la albiceleste), marcó un antes y un después en la historia del fútbol sudamericano. A los 20 minutos del encuentro ante Curazao, el mejor jugador del mundo se convirtió en el primero en alcanzar los 100 goles con una selección en nuestro continente. El dato de color es que el zurdo, luego de una asistencia de Giovani Lo Celso, marcó ese tanto histórico dentro del área con su pierna derecha. Si faltaba algo para que el momento no pase desapercibido, el árbitro uruguayo Gustavo Tejera sacó de circulación la pelota del gol. Se la dio a Jorge Milano, dirigente de AFA, quien la guardó especialmente para que Leo pueda acomodarla en algún lugar especial de su museo personal.
La fiesta de los campeones continuó y la goleada ante el equipo caribeño tenía guardado un capítulo más, o dos, para el astro argentino. Antes de finalizar el primer tiempo, Messi convirtió 2 goles más para sellar su número de festejos con la Selección. El 101 llegó a los 32 minutos, luego de la habilitación de Nico González (autor del 2-0), cuando Lionel definió cruzado de zurda para 3 a 0 parcial. El broche de oro de la noche para Messi ocurrió a los 37, tras otra asistencia de Lo Celso, el 10 definió con su pierna más hábil al primer palo de Eloy Room, marcó su 3er gol en la noche santiagueña y el 5 a 0 que cerró la primera etapa.
Ya con la historia escrita en los primeros 45 minutos, el complemento sirvió para que los 42.000 hinchas presentes en el estadio se despachen con todo tipo de reverencias al capitán. Con el objetivo de tres dígitos cumplido, y superado, Messi se dio el lujo de cederle el penal del 6 a 0 a Ángel Di María, que también se llevó un ensordecedor reconocimiento de la gente.
Messi disfruta más que nunca su presente con la Scaloneta. Las páginas más doradas ya fueron escritas, pero siempre hay que guardar una hoja en blanco al final del libro del 10, hasta que él no decida poner punto final a su carrera, en la mira tendrá un nuevo récord por romper.
