El potrero es algo muy argentino. Pasan los años y no se pierde ese talento nato de haberse criado en canchas irregulares con pelotas hechas con cualquier cosa. Diego Armando Maradona nació y se crió en Villa Fiorito, por lo que sus primeros pasos en el fútbol fueron a pura picardía, ya como profesional la llevó a los escenarios más emblemáticos del mundo del fútbol. En esta oportunidad recordamos su primer gran gol hecho con la mano convalidado por un árbitro.
Diego Maradona revolucionó Nápoles
Para la temporada 84/85, Napoli rompió el mercado con la contratación de Diego Armando Maradona. El San Paolo recibió al 10 como un héroe y él no les falló: más de 70 mil personas fueron al estadio en su presentación y las expectativas estaban por las nubes. Allí conquistó títulos inolvidables y se convirtió en un referente absoluto de la ciudad, tanto en lo deportivo como en lo social. Hasta los días que corren, Nápoles ama a Diego Armando Maradona.
El golazo de Maradona con la mano ante Udinese en su primera temporada
La Serie A en la temporada 1984/85 -la primera de Diego Armando Maradona- contaba con 16 equipos, el campeón clasificaba directamente a la Copa de Campeones -actual Champions League-, los cuatro siguientes a la Copa de la UEFA y los últimos tres descendía. En esa temporada el Napoli terminó en el octavo puesto y no se clasificó a ningún certamen ni tampoco descendió.
Uno de los partidos más curiosos de todos se dio el 12 de mayo de 1985, cuando Udinese recibió a Napoli por la jornada número 29. Maradona abrió el marcador a los cuatro minutos del primer tiempo, a los ocho lo empató Dino Galparoli. Ya en la segunda mitad puso en ventaja al local Luigi de Agostini, pero el astro argentino tenía una más: sobre el final del partido y luego de capturar el rebote de un remate de cabeza que dio en el travesaño, Diego se hizo enorme, fue a buscar la pelota y claramente con la mano la metió. El árbitro no vio nada, el asistente tampoco y convalidaron el gol. El encuentro terminó 2 a 2.
La mano de Dios
Apenas un año más tarde, Diego Armando Maradona convertiría uno de los goles más emblemáticos de su carrera. El 22 de junio se enfrentaron Argentina e Inglaterra por los cuartos de final del Mundial de México 1986. A los seis minutos del segundo tiempo Maradona fue a buscar una pelota alta ante Peter Shilton, el 10 no dudó en meter la mano y hacer el gesto con la cabeza como que había cabeceado y metió la pelota. Los árbitros no vieron nada y marcaron el 1 a 0. Pocos minutos después, el astro dejó en el piso a media docena de ingleses y marcó el gol más lindo de la historia de los mundiales.
